El primo de mi amigo conduce un taxi.
Ese día, lamentablemente fue secuestrada por cuatro poderosos gángsters en un lugar remoto y remoto. Se puede imaginar el contraste entre el poder del enemigo y nosotros en el frío invierno y a altas horas de la noche.
El primo del amigo trató lentamente con al gángster mientras pensaba en una forma de escapar.
El dinero, las joyas y el teléfono móvil fueron entregados por iniciativa propia, pero el gángster todavía no tenía intención de dejarla ir. Tenía que ser paciente y hablar con los gángsters, tanto por dentro como por fuera, para expresar su comprensión de su comportamiento. Los gángsters finalmente mostraron compasión y la empujaron fuera del coche. Antes de irse, dijeron