Las frutas son familiares y favoritas para los niños pequeños. Cuando nos centremos en ellas, veremos que las frutas contienen ricos recursos educativos: son objetos para observar la forma y las características, materiales para puntos consistentes mano-boca y construir el concepto de tamaño, medios para vestir a la familia de las frutas, recursos contextuales para actuaciones de canto y danza y expresiones lingüísticas... En el aprendizaje de las frutas, los niños pequeños adquirirán conocimientos y experiencias íntimamente relacionados con la situación real de las frutas. En el proceso de comer frutas, los niños sabrán pelar las frutas juntos, comer de manera civilizada y en las operaciones prácticas conocerán una variedad de métodos de procesamiento como jugos y ensaladas; en los juegos entenderán la relación entre frutas y plagas; al recitar canciones infantiles distinguirán cuáles son melones de frutas y cuáles son melones vegetales. El conocimiento y la experiencia aprendidos en situaciones realistas interesantes son vitales. La sociedad futura es diversa, abierta y cambia rápidamente. Resolver problemas y completar tareas es solo una forma. Por lo tanto, lo que se necesita no son personas que memoricen conocimientos ya hechos, sino personas que puedan aplicarlos de acuerdo con las condiciones reales. Para adaptarse a la sociedad futura, los niños pequeños necesitan aprender conocimientos y experiencias vivos. El conocimiento y la experiencia que adquieran en la comunidad contextual, realista y diversa les ayudará a adaptarse a la sociedad futura y a sobrevivir, aprender y desarrollarse mejor.