Uno de cada tres adultos puede padecer hipertensión. El "Informe de salud y enfermedades cardiovasculares de China 2023" muestra que la prevalencia de la hipertensión en adultos ha alcanzado el 31,6% y el número de pacientes es de unos 245 millones.
Como el "rey de las enfermedades lentas", la hipertensión no es una enfermedad independiente, por lo general es fácil de causar hemorragia cerebral, infarto de miocardio, insuficiencia renal y otras enfermedades crónicas, y la hipertensión no es una "enfermedad geriátrica" cognitiva inherente. De los datos de detección anteriores, la tendencia al alza de la hipertensión en los jóvenes es más pronunciada. De 1991 a 2015, la prevalencia de la hipertensión en personas de 20 a 39 años aumentó en un 144,4%, mientras que en personas de 60 a 79 años aumentó en un 25,1%.
Pero la hipertensión no es un monstruo. Si se toma una prevención y un control activos y efectivos, la probabilidad de complicaciones se reducirá enormemente. Muchas enfermedades son tratadas por médicos, y el tratamiento de la hipertensión es diferente, lo que requiere que los pacientes participen activamente como "la primera persona responsable de su propia salud". Entre ellos, es particularmente importante que los pacientes presten atención a su presión arterial regularmente, lo que requiere que los productos de prueba de presión arterial sean más efectivos y tengan una mayor accesibilidad.